2 ago 2007

"Papi Arroyo" está triste


Papi Arroyo está triste, se cobija en sus lágrimas de piedra, esperando la alegría de sus inquilinos.
Apenas los rayos de luz logran apaciguar la penumbra de su tristeza. El reloj se ha parado. El calendario deja de existir sin vosotros y se ha convertido en su peor enemigo.
Abre los ojos y tiende la mano, y siempre es lo mismo, silencio, silencio y más silencio.... ¡Malditas vacaciones! ¿donde estarán mis niños?
Todos los años lo mismo, casi sin avisar, se apagan la luces, se cierran las puertas y el sonido de las llaves, lo dejan sumido en la más grande de las soledades... ¿se acordaran de mí? supongo que sí, si no, no volverían.
Su mente se bloquea, se pierde entre recuerdos que parecen muy lejanos, el tiempo se convierte en una eternidad. El pasado no lo olvida y sueña con el futuro, pero el presente es implacable y la soledad ingrata. A veces, en la oscuridad de la interminable noche, escucha susurros, risas, gritos, se despierta, pero no es más que un espejismo se su subconsciente.
Espera cada día, a que esa fría puerta abra de nuevo sus ilusiones, para ver esos ojos llenos de alegría y juventud, pero hasta ese día, cuenta los segundos, los minutos y la horas....
¡¡ No te preocupes papi Arroyo, que la ilusión y la alegría volverán a inundar ese silencio de cemento tan frío que ahora te alberga... siéntete orgulloso, porque para ellos eres su segunda casa, y quien pasa por por tus manos nunca te olvida !!

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